No se nos caen los anillos, somos gente que nos gusta estar a pie de obra, coordinamos el proyecto desde el principio y también nos tiramos al suelo. Contamos con un equipo de gremios propio y eso se nota.
Somos de los que creemos que los proyectos crecen a medida que avanza la obra. A veces las cosas funcionan en papel, en los planos, y a la hora de la ejecución es cuando vienen los problemas… “hemos tenido que desplazar un tabique unos centímetros”, esto puede suponer un problema. Si las cajoneras, las baldas, las góndolas son estandar esos centímetro si importan. A eso nos referimos cuando decimos que estamos siempre alerta. Maduramos las obras, nos tomamos un café en el suelo y pensamos en la solución para que esa balda con esos centímetros exactos quede perfecta.
Porque como muy bien dice el refrán: Hasta el rabo todo es toro, es decir, hasta que un asunto no esté cerrado del todo no debe considerarse rematado.