- Promotor: – Raquel Ogueta Isasmendi
- Localizacion: – Vitoria-Gasteiz
- Área: – 92,90 m2
- Fecha: – Julio 2022
Lencería Isasmendi, desde 1967. Un local con historia, otra tienda «de toda la vida» de Vitoria-Gasteiz que ha decidido renovarse y lo ha querido hacer con nosotros.
Raquel, su promotora, lo tenía muy claro desde el principio. Quería un local amplio, luminoso, que fuese en su casi totalidad un espacio de exposición. Un local que conservara piezas importantes y con historia para ella y para la tienda y, sobre todo, quería que su producto estuviese ordenado y oculto, pero a la vez muy accesible para poder manejarlo de forma cómoda y rápida.
Buscamos crear un espacio ordenado y eso en gran parte lo hemos conseguido a través de nuestro proyecto arquitectónico, gracias a la simetría, tanto en el interior como en la fachada del local. La simetría es el orden frente al caos.
En cuanto a los materiales, hemos trabajado con aquellos nobles, como la madera, el latón, el mármol, la piedra… El latón se dispone en la fachada con grandes marcos dorados que remarcan los escaparates.
Para el suelo buscamos una madera, que aporta calidez, elegancia y soporta el tránsito constante de personas.
El mobiliario elegido está diseñado a medida. En su diseño se potencian las líneas claras y elegantes. Los mostradores son de color blanco con remates de madera que le aportan calidez y una encimera de mármol que aporta prestigio, solidez y diseño. Hemos creado un sistema de almacenaje para esconder el producto al público a través de ligeras cajas de cartón. Estas cajas son, al mismo tiempo, muy resistentes, no dañan el producto y nos permiten tenerlo ordenado por tallas, modelos y colores de forma sencilla.
Y, por último, pero no por ello menos importante para este proyecto, tenemos la iluminación, que se extiende desde unas grandes cajas retroiluminadas en la fachada, hasta la impresionante lámpara de cristal y los pequeños focos dirigibles para la zona de exposición.
Estamos encantados con este proyecto que nos ha permitido cambiar de registro y seguir una línea más clásica, pero dándole nuestro puntito de modernidad.