Un proyecto para una pareja madrileña a la que le gusta mucho Vitoria y que ha querido invertir en la ciudad adquiriendo un pequeño piso en la calle Pintorería.

Un gran reto para nosotros ya que el piso estaba en mal estado sobre todo el suelo. Hemos tenido que nivelarlo para poder reparar las irregularidades y colocar encima un suelo nuevo.

Lo tenían claro, querían un piso cómodo, con cocina americana donde poder estar con amigos y disfrutar de la compañía.

Otra premisa de la obra ha sido conservar las texturas del piso original tanto de las vigas de madera como de los medianeras de ladrillo rústico.

La cocina está abierta al salón para poder ganar metros en la casa e integrarla con el resto de la vivienda. Una tendencia que ha ido aumentando en estos últimos años, renunciando a un concepto de “intimidad” . Cada vez hacemos viviendas con más vida para residentes y visitantes, en las que las cocinas se presentan como el máximo exponente de una amena reunión con amigos o de la pareja. Hemos colocado una pequeña isla al más puro estilo americano, optando por un diseño abierto para generar una mayor sensación de amplitud.

Este piso además dispone de un dormitorio y baño en suite, un vestidor con sofá cama de 1 pieza y un pequeño baño de invitados. Para conseguir que este baño fuese más cómodo y amplio, se ha sacado el lavabo fuera al pasillo, pero se ha hecho de tal manera que se ha integrado en el proyecto gracias a una cerámica modernista azulada que se une al pasillo.

En el dormitorio hemos abierto un pequeño muro acristalado para dar más luz al baño. La pared de la cama se reviste con un azulejo estilo vintage, una manera original de ofrecer color a la estancia y que remarcamos con tablones de madera para conseguir calidez. La iluminación se consigue con unas lámparas suspendidas y unos halógenos dirigibles en el  techo.

Un proyecto hecho a medida para una pareja con las ideas claras que sabían lo que querían y que una vez más Tak Tik Arq ha sabido recoger. Además como ya nos conocéis aportamos mejoras y acabados impecables porque nos gustan las cosas bien hechas, nos gustan los proyectos chulos y más si encima son en la Almendra Medieval de Vitoria-Gasteiz.

En la Pinto, en la Cuchi, en la Zapa… la gente rula, rula, rula, rula, rula…